El acné

Descubre cuáles son las causas más comunes y cómo puedes evitarlo.

El acné es una enfermedad que afecta las glándulas sebáceas. Dentro de los factores clave responsables podemos mencionar: Producción excesiva de sebo y la obstrucción de la salida de los poros con aumento de la proliferación bacteriana e Inflamación.

Hay una bacteria que vive en los folículos pilosos y en los poros, es la Propionibacterium acnés (P. acnés). Cuando un folículo piloso se obstruye por exceso de producción de este sebo, por exceso de células muertas o simplemente por suciedad cutánea, juntamente con la bacteria, se produce la infección y posterior inflamación, esto provoca una reacción inmune donde acuden los leucocitos para eliminar esa infección, lo que ocasiona la formación de pus en el grano o comedón. Y el aspecto desagradable del mismo.

Para entender la aparición de esta problemática debemos conocer su origen, y es que el acné además que se produce cuando en la piel se acumula grasa y se infecta por un mal funcionamiento del folículo piloso y la glándula sebácea; también en la mayoría de los casos se ve afectado e influenciado por factores hormonales como la pubertad y la menstruación. Los Corticoides, anabolizantes y anticonceptivos, que al alterar la función hormonal influyen negativamente en el acné. Los Diuréticos también pueden desencadenarlo. Productos alérgenos como el yodo o el cloro pueden llegar a alterar el equilibrio normal de la piel favoreciendo la aparición del acné.

Hay un tipo de acné en la edad adulta que es relativamente frecuente y común provocado por el uso de cosméticos: el acné cosmético. Uno de los factores externos que originan el acné suelen ser los cosméticos comedogénicos. Por este motivo se recomienda que revisar en los envases de los productos cosméticos, donde deben decir: “no comedogénico”. A veces puede ser difícil de reconocer porque puede aparecer incluso utilizando productos etiquetados como “no comedogénicos” (que no taponan los poros y por lo tanto no producen los granitos del acné). Para añadir confusión, a veces tarda meses en aparecer desde que se comienza con el maquillaje que lo causa, por lo que no nos damos cuenta de cuál es el origen. Incluso, la aparición de los granitos genera que la persona utilice para taparlos una mayor cantidad de maquillaje; cuando lo mejor que se puede hacer en estos casos es mantener la cara bien limpia hasta que se encuentre una solución. Este círculo vicioso y la incapacidad de reconocer el origen del problema muchas veces causa que las personas mantengan esta enfermedad por años, creyendo que es “por la edad”, “por la dieta” o “por las hormonas”.

Para reconocer un acné cosmético se tienen que ver como unos granitos blancos pequeños que sólo son visibles de cerca. En algunos casos también aparecen granos “normales”, más grandes y enrojecidos. Generalmente los encontraremos en las zonas en las que se aplica más maquillaje: suele ser en el mentón o en las mejillas, aunque también puede aparecer en el resto de la cara.

Claves básicas para evitar el acné

  • Piel limpia: El acné se produce por una infección bacteriana y por una acumulación de grasa por lo que es muy importante mantener la piel bien limpia, para así evitar -en la manera de lo posible- su aparición.
  • Existen maquillajes que se promocionan como “anti-acné”:  Pero esto no garantiza que funcionen, porque en algunos casos no tienen ninguna clase de ingrediente activo que ayude, sino que son más ligeros que los maquillajes comunes. En cambio, sí existen otros que contienen sustancias como ácido salicílico, peróxido de benzoilo, que sí son ingredientes utilizados para combatir la piel grasa.
  • El resecamiento excesivo: Hay maquillajes que pueden resecar demasiado la piel, en cuyo caso las glándulas sebáceas reaccionan generando más sebo, lo cual es contraproducente. La piel grasa del acné es un exceso de grasa y no un exceso de agua, por lo que se debe hidratar igual que una piel normal.
  • Protección solar: Es recomendable utilizar siempre una correcta protección solar ya que la exposición al sol puede empeorar los brotes acnéicos.

Los alimentos y el acné

Este es un tema polémico desde el punto de vista médico. Hay quienes dicen que influye y hay estudios que demuestran que no. Pues bien, mi opinión es que una dieta saludable influye de forma positiva sobre la piel. En torno a este tema hay algunos datos interesantes y curiosos:



Claves básicas para el tratamiento del acné:

1. Limpiar y Desmaquillar: La piel todos los días con un producto específico. Una vez desmaquillada, lavar bien con jabón de pH neutro la cara dos o tres veces al día con este tipo de jabones y además usar una agua micelar para eliminar los restos de impurezas pero posteriormente aconsejo el tónico como un elemento.

2. Sin fricción: No friccionar la piel al secarte y usar toallas de algodón limpias. No rascar, ni presionar los granos bajo ningún concepto. Si drenan solos, limpiarlo con alcohol (ó productos específicos para la limpieza de la piel grasa) y lavar bien toda la cara (también con productos específicos destinados a la higiene de la piel grasa); y además usar las cremas o tomar antibióticos indicados por un médico.

3. La cara y el sudor: Si hacemos ejercicio, precisamente porque hemos sudado, lavar bien la cara. Ya que las glándulas sebáceas han estado trabajando y hay que limpiarlas.

4. Hidratación: Usar cremas hidratantes no grasas y con protección solar porque los rayos ultravioletas empeoran el acné.


¡Espero que esta información sea de utilidad para ti y tu familia!