Artritis reumatoide

¿Qué desencadena esta enfermedad? ¿Es posible prevenirla? ¡Descúbrelo con nosotros!

¿Qué es la artritis reumatoide? 

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria autoinmune, lo que significa que se produce cuando el organismo lanza mecanismos de defensa como los anticuerpos contra sus propios tejidos (en este caso, las articulaciones). Como si tratara de defenderse contra un enemigo imaginario, el organismo produce la reacción inflamatoria que tendría frente a una agresión externa, dañando los tejidos y provocando un deterioro progresivo, si no recibe tratamiento. La artritis reumatoide causa lesiones muy características que antes parecían irremediables, pero las cosas han cambiado y los fármacos actuales pueden lograr la remisión de la enfermedad (desaparición de los síntomas). Para ello es clave el diagnóstico precoz de la artritis reumatoide, pues el tratamiento en esta fase podría cambiar el curso de la enfermedad.

Diagnóstico:

El diagnóstico se sospecha con los síntomas que presenta el paciente, que son dolor en las articulaciones, acompañado de, inflamación o hinchazón de las articulaciones. Los sitios más afectados son las manos y los pies, seguidos de sitios como hombros, codos y rodillas.



¿Qué causa la artritis reumatoide?

Las causas de esta enfermedad son desconocidas y aunque no están claras, se conoce que existe cierta predisposición genética. Esta predisposición genética podría aumentar el riesgo de padecer la enfermedad. Entre las principales causas no genéticas de la artritis reumatoide está el tabaco; el cigarrillo altera ciertas proteínas que precipitan la enfermedad. Una persona con antecedentes familiares de artritis reumatoide y que fuma, multiplica por diez el riesgo de tener esta enfermedad, riesgo que solo se multiplica por cuatro si no fuman.

Además, importantes factores ambientales pueden aumentar el riesgo, entre ellos existen determinadas infecciones que pueden desencadenar la enfermedad. Algunas de ellas, especialmente las de las encías y la boca, la llamada enfermedad periodontal (que es la inflamación crónica de las encías) se relacionan con la enfermedad. Por lo tanto, una buena higiene y lavados de dientes 3 veces al día; y las visitas regulares al dentista son importantes. El avance de la artritis reumatoide está ligado a los llamados “brotes” que en ocasiones se producen en los pacientes tras periodos de estrés, por lo tanto podría ser importante aprender a gestionar aquellos aspectos estresantes para retrasar en la medida de lo posible cualquier empeoramiento.

¿Se puede prevenir la artritis reumatoide? 

Dado que por ahora prevenir el origen genético resulta difícil, es posible incidir sobre otros factores que empeoran la artritis reumatoide, como la obesidad o el tabaquismo. La artritis reumatoide, afecta más a las mujeres en una proporción de 3 mujeres por 1 hombre, por el factor hormonal. La edad en la cual aparece más (pico de incidencia), es hacia los 40 años lo cual no quiere decir, que no aparezca en personas más jóvenes y en individuos mayores aun en la tercera edad.

¿Qué podemos hacer para mejorar la artritis reumatoide?

Hay muchas soluciones, entre ellas la fisioterapia, para mejorar los síntomas de la artritis reumatoide. Estas acciones deben estar enfocadas a proteger la articulación inflamada y reducir las consecuencias de la enfermedad. Estas medidas incluyen incluso inmovilizar la articulación para que descanse, especialmente durante los brotes inflamatorios. Vida activa, con amigos, familiares, ejercicio. Dieta saludable: Es importante consumir alimentos saludables, balanceados y variados, preferiblemente de origen vegetal. Consumir vegetales, frutas y cereales reduciendo los alimentos grasos, ricos en colesterol, el alcohol y la sal y mantener el peso ideal.

¿Cómo tratar la artritis reumatoide?

La artritis reumatoide es una enfermedad crónica, sin embargo, un diagnóstico precoz y el acceso a tratamientos adecuados reducen la gravedad de la artritis reumatoide y los riesgos asociados a su avance. Los tratamientos pueden ser no farmacológicos (un ritmo de vida más saludable, ejercicio adecuado como caminar, nadar o montar en bici, fisioterapia, etc.) y de carácter farmacológico dentro de los cuales podemos recomendar: (estos medicamentos no son el tratamiento definitivo, lo ideal es si recomendarlos para calmar los síntomas pero también hay que recomendar consultar con el especialista para el tratamiento definitivo).


¡Espero que esta información sea de utilidad para ti y tu familia!